martes, 15 de noviembre de 2016

PERDIDOS

Perderse. Qué atemorizante.
Perderse a salvo. Qué maravilloso.
No saber dónde estamos, cuando somos niños, es una pesadilla.
No saber dónde estamos, cuando somos adultos y viajamos, es un sueño perfecto.

Ray.

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